octubre 13, 1999

Es cuestión de respeto

El concierto "Solo le pido a Dios..." celebrado el 22 de octubre en Cali, es un ejemplo digno de todo lo que pasa en nuestro país. Cabral, Cepeda, Gieco, Heredia, Feliu y Cortéz nos deleitaron con su talento y sus hermosas letras y melodías.

Sin embargo, los empresarios y organizadores de eventos en Colombia no respetan al público; ni nosotros, el público, exigimos respeto. El coliseo abrió sus puertas alrededor de las 7:30pm mientras las boletas y la publicidad indicaban las 7pm como hora de inicio del evento. De esta manera no solo se escuchaba el conocido "compro boleta que sobre" sino también el "tengo puesto adelante, no tiene que hacer cola, cuantos son?". Empezó después de una hora más de espera, mientras terminaban de cuadrar sonido y tarima.

Afortunadamente la tarima no se cayó, pero el sonido no fue generoso con los instrumentos ni la voz de los artistas, a quienes nos tocó tratar de leerles los labios. Los vendedores de bebidas (había hasta venta ilegal de aguardiente) y comestibles tratando de hacer su agosto con precios exagerados a razón de que "es que el impuesto es altísimo", no solo en los corredores externos sino durante todo el concierto pasando de fila en fila con sus gritos acostumbrados.

Al final los artistas se despidieron con su gran carisma, pero nunca se supo que pasó con Milanés y Guarany, a quienes también anunciaban tanto en la publicidad como en las boletas. Y el público?, como siempre, feliz!. Feliz de hacer colas, de pelear con revendedores, de sacar a los coleados, de pagar sobreprecios, de las peloteras en la entrada, de esperar horas y horas, de no escuchar bien, de que le digan mentiras, de la desorganización de los eventos, de recibir un servicio diferente al que pagó...

Con las acostumbradas ironías de nuestro país, no es curioso que hoy 23 de octubre, la foto del concierto es parte de la portada de los principales periódicos de Colombia. Este concierto es solo un ejemplo más de lo que pasa a diario con el servicio al cliente tanto en la administración pública como en la privada. Es cuestión de respeto, valor que no existe de parte de quienes prestan servicios o venden productos; ni lo exigimos quienes accedemos a ellos como clientes o usuarios. Respeto por nuestro tiempo, nuestra tranquilidad, nuestras expectativas, nuestros esfuerzos, nuestras inversiones, nuestros derechos como consumidores, nuestros sueños. El irrespeto es familiar del egoísmo y la intolerancia, y todos ellos son generadores de violencia. Sin embargo, todos cantamos felices "Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente" y seguimos convencidos que son otros los que nos van a entregar la paz en Colombia.

Cali, 13 de octubre de 1999

abril 01, 1999

!Una Red de Aportes Estudiantiles!

En un país con la evidente incapacidad de construir un proyecto compartido de nación, es algo reconfortante ver como jóvenes universitarios sí le apuestan a construir tejido social desde sus iniciativas en diferentes espacios. Un ejemplo muy cercano y valioso es la Red de Aportes Estudiantiles (RAE) de la Universidad Javeriana de Cali.

Quiero resaltar tres aspectos muy valiosos del proceso. Primero, la RAE es un proyecto construido abierta y conjuntamente por estudiantes de diferentes carreras que han hecho parte de procesos institucionales de participación estudiantil y/o han sido gestores de iniciativas a través de grupos estudiantiles. Segundo, sin perder su autonomía y autogestión, el proceso siempre ha estado acompañado por diferentes instancias de la Universidad, a través de intercambios con el Medio Universitario, de asesorías con profesores y directivos, y de constantes consultas a estudiantes en general. Tercero, es un proyecto con memoria (algo nada común en nuestro país) y claramente justificado; el proceso se alimenta de las experiencias históricas que se han desarrollado irregularmente en la Universidad.

El modelo de red permite la "conectividad" de todos los procesos estudiantiles en curso y además fomenta y protege los procesos nacientes. La Red conecta todos los procesos estudiantiles, es decir, grupos estudiantiles, asociaciones, delegados a los Consejos de Facultad y proyectos e iniciativas independientes e institucionales de otros estudiantes. Además la RAE facilita la comunicación del estudiantado con las otras instancias de la Universidad y mantiene al alcance de todos la comunicación con procesos de interés en Cali, Colombia y Latinoamérica. Una Red con objetivos similares se encuentra ya en marcha en la Javeriana de Bogotá con todo el apoyo de la Vicerrectoría del Medio Universitario y el reconocimiento de las Facultades. En Cali, también se encuentra en gestación una Red Estudiantil Universitaria (REUN) para conectar las iniciativas de las siete universidades mas grandes de la ciudad.

Son grandes las ventajas, beneficios y garantías que ofrece una estructura estudiantil organizada dentro de una universidad. Sería incomprensible y hasta ilógico e irracional pensar que alguien se opusiera al desarrollo de tan importante Red para la vida universitaria de los jóvenes javerianos.

Por estos días la Javeriana de Bogotá se vanagloria de que 6 de los 16 ministros del cada vez mas desprestigiado gobierno de Andrés Pastrana son javerianos. Me atrevo a asegurar que ellos en sus años de universitarios soñaban llegar al poder para gestar un país mejor. Me cuesta descifrar a que país se refieren cuando los escucho hablar ahora. Los planes de estudio de nuestra Universidad nos forman como profesionales competentes desde lo técnico y académico, pero nos preparan para una Colombia que no es real, pues la verdadera Colombia ni la conocemos ni la comprendemos.

La RAE solo le puede traer cosas buenas a esta institución y a Colombia, ya que contribuye a la formación integral de profesionales de cara al país. Esto gracias a que les prepara un ambiente más propicio que facilite sus experiencias estudiantiles engranadas en la estructura de la Universidad y sus diferentes programas. De esta manera se ayudará enormemente a minimizar la duplicidad de funciones y la falta de coordinación de estas iniciativas que las condena a quedarse en el corto plazo (como en todos los gobiernos colombianos). Así se evitaría también el desgaste y desanimo al que tristemente se ven sometidos los estudiantes que viven mas ampliamente su formación y su vida universitaria.

Cali, abril de 1999 (Publicado en El Clavo).

enero 01, 1999

El Faro

"… qué pequeña es la luz de los faros
de quien sueña con la libertad…"
(Joaquín Sabina en Pájaros de Portugal)

Luces lejanas, inciertas, fantasmagóricas. Borrosas por la niebla marina, por el humo de pipa del marino y del cigarro del costeño. Luces incrédulas que nos ayudan a "derivar en estado de alerta".

Más incertidumbres que certezas. Más preguntas que respuestas. Más trópico que invierno. Más búsqueda que encuentro. Más chile que alka-seltzer. Más resaca que aspirina. Más guayaba que manzana.

Ataques de nauseas y manjares convertidos en palabras. Para complejizar un poco la ilusión de la esperanza con aquella luz lejana de un faro inalcanzable.

Así se define este faro. Así será este espacio en el ciberespacio, este desvergonzado tablero en el que claveré mis letras.