Antes que nada quiero hacer la aclaración de que no tengo nada contra Juan Lozano, independientemente de diferencias y suspicacias con el ambiente político que lo está rodeando, creo que es un tipo serio y honesto. Ya desde hace varios años apreció más que su labor periodística su gestión a favor de la transparencia y la anticorrupción.
De alguna manera tengo mis afectos por Bogotá y me interesa conocer sobre su administración. Cuando vivía en Cali, Bogotá era para mi lo es Montreal ahora que vivo en Ottawa. Sin embargo, no es la campaña a la alcaldía misma la que me impulsa a escribir esta nota, si no el descarado editorial dominical de El Tiempo del 19 de octubre de 2003.
Qué por naturaleza todo periódico ejerce influencia política, claro. Qué de alguna manera el editorial representa esa posición política del periódico, claro. Pero que El Tiempo (el único diario de circulación nacional y la website mas leída por los colombianos en el exterior), en su editorial del domingo (el día de mayor tiraje), señale quien debe ser el alcalde de Bogotá (un accionista y ex empleado de esa empresa), definitivamente es una actitud deplorable.
Si esto sucediera en un país donde existieran tres o cuatro diarios fuertes, cada uno con diferentes posiciones políticas, pues vaya y venga. Pero en un país como Colombia, donde existe seméjate monopolio informativo, siente uno como si los poderosos que manejan los medios le dieran una cachetada en la cara y luego se sentaran a reír.
Seguramente Lozano no lo haría mal en la alcaldía, ese no es el problema. Pero ojalá, por el bien de el país, ganara Lucho y pudiéramos sacudirnos de esa cachetada y de todas esas barreras que los privilegiados le ponen a la democracia. Quien quede de alcalde es una decisión pública y no privada, como lo quieren quienes representan los intereses de la Casa Editorial El Tiempo.
Ahora, el texto del editorial es curioso por sí mismo. Primero le dicen a la gente que Lozano debe ser el alcalde y luego le echan flores a Lucho y el PDI. El que peca y reza, empata. Como si a ellos mismos les diera vergüenza de lo que estaban haciendo. Además hay lindas perlas en el texto. Por ejemplo, dice El Tiempo que la izquierda "tiene por delante fértil terreno social para avanzar en su búsqueda del poder político". ¡Mentiras! El mismo editorial lo demuestra. En otras palabras el mensaje que enviaron fue: vamos a hacer todo lo posible para que la izquierda no avance más en su búsqueda del poder político. También dice El Tiempo, cínicamente, que Garzón tendría una "precaria gobernabilidad". Y ellos saben porqué lo dicen, pues también lo demuestran con acciones como estas. Si a Lucho le ponen las barreras que le ponen como candidato, imagínense como alcalde.
Pero afortunadamente al editorial de El Tiempo le va a pasar lo que desafortunadamente le paso a la entrevista de Samper hace un par de semanas en el mismo periódico. Las frases de Samper a favor de Garzón solo beneficiaron a Lozano. Y ahora las frases de El Tiempo a favor de Lozano solo beneficiarán a Lucho. Así es, muchos de los aún indecisos desconfiarán de este descarado atropello e irrespeto de tratar de manipular su voto desde el poder de los medios. Estos votarán contra El Tiempo, es decir a favor de Garzón.
Aparte: Me gustaría mucho saber que piensan Javier Darío Restrepo y Germán Rey sobre esta salida de El Tiempo.
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