marzo 04, 2007

CONVERSACIONES CON VOS (I)

La taza


De verdad que es bonita la taza.

¿La taza?, ¿Cuál taza?

La taza. La taza de metal. Es realmente bonita.

Ah, la taza esa.

Si, tiene un estilo muy definido, como vos. Es atractiva y demuestra fortaleza. Recuerdo mucho el día que la trajiste, te brillaban los ojos. Tenías esa blusa verde de flores grandes bordadas. Y tu sonrisa moderada.

¿Ah, si?

Si, y se notaba que a vos también te gustaba la taza. Me imagino que te gustó de una, desde que la viste, en la tienda de allá abajo, yendo para la calle St-Louis.

¿Cómo te acordás de eso? Yo lo que me acuerdo es que ese día te conté que había leído lo de la expansión de los franceses hacia el sur de Norteamérica, y que se quedó un poco de esa cultura francesa por esos lados también, pero que ya todo se gringalizó.

Si, me gustó esa taza, pero sabes que la compré para otra cosa, pensé que se podía poner directamente a la lumbre…

Si se puede, vos sabés. Lo que pasa es que es muy fuerte y se consumen muchos recursos. Pero para guardar el café caliente un buen rato es perfecta. Es que vos sabés que cuando el café va perdiendo temperatura también se le van yendo los sabores.

Ay, ya vas a empezar a hablar de café, ¡qué amor!

No, en serio, me da mucho gusto usar esa taza, es un poco rustica y se ve que ha sido muy útil por un buen tiempo. Así como nos gustan las cosas a vos y a mi, que duren. Es que da lastima ver como han cambiado los estándares de la industria.

Ah, ahora vas a empezar más bien con el tema de la economía y la mala administración de los recursos escasos.

Y los abundantes también, acordáte.

Mejor ven y vemos el documental. Hoy cuando estaba en la huerta estaba pensando en la importancia de la soberanía alimentaria. Que lastima que los economistas de arriba traten ese tema como con desprecio y prefieran otras cosas, como la agroindustria. En fin, mejor ven que en el documental hablan de eso y muestran un caso real, de una lucha legal ganada por una comunidad campesina del sur del país, le ganó la demanda a una multinacional, una de esas que controla el mercado de alimentos a nivel mundial.

Ah si, algo escuché de ese caso. Qué bueno que escogiste ese documental. Esperáte pues cuelo la aromática y voy pa´llá.

Bueno, voy a tenerlo listo. Trae la almohada. Y el té échalo en la taza por fa, la metálica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La taza era para vos, pensando en las ideas que nos han perseguido en los ultimos años; pudo ser diferente pero la idea de consumir menos recursos concluyó en la idea de comprar una taza barata, de segunda mano y metálica. Duradera para los Buendía.
No recuerdo haber leido la conversación anteriormente, tal vez porque guardo los recuerdos en bolsitas de azúcar bajo llave en los cajones de la cocina, pero se quedaron en el norte y yo sigo viviendo en el sur.